Grrr...

viernes, 31 de agosto de 2012

El tamaño sí importa, caballeros.

Bueno, después de mi ausencia bloggera de siete meses he regresado con un tema que me compete demasiado. A todos, creo.
El tamaño. EL TAMAÑO!
Me rajan las mujeres que les dicen a los hombres que el tamaño no importa. Pero más me rajan los hombres que lo dicen, como si ellos pudieran sentir. 
A ver...
Voy a ser muy franca.
El sexo se puede tener de mil formas, juguetes, comidas, posiciones y se complementa de otras miles más. Pero si quitamos todos esos aderezos a lo que en realidad es el acto sexual puro y natural, se reduce a una cosa: penetración.
No entraré a hablar de dimensiones femeninas, eso ya le toca a un bloggero varón. Pero en reprensentación de mis amigas féminas, debo decir... sí, queridos, para vuestra desgracia y la nuestra, el tamaño del pene es muy importante en el sexo.

Se sabe que el promedio es de más o menos 12 centimetros erecto, lo que a mí me parece minúsculo. Honestamente, tener sexo con un hombre de esa talla es algo triste cuando no se es virgen ni cerca a serlo. La mujer le supera en dimensión y en apetito. 
Claro, que importa también si lo sabe hacer, por supuesto! puede haber un hombre con un pene de 6 centimetros que lo haga como los dioses, después de todo el clítoris esta afuera de la vagina y el punto G a tres centímetros de penetración. Pero vale la pena decir que es muy difícil llegar al orgasmo si las paredes no se estiran a términos medios.
Entonces vale... doce centímetros es algo triste. Si eres hombre y ese es tu promedio, te recomiendo que siempre acompañes el coito de sexo oral, caricias con la yema de los dedos, y alternes la posición misionera... 

Luego están los super enormes, por lo general negros, que tampoco me cuadran... no me gusta un pene erecto de 24 centímetros. Y SÍ LOS HAY, SEÑORES! Esos, por mucho que lubrique la mujer (de forma natural, que es lo mejor), nunca satisfacen. Al penetrar no sólo siente una que la dañan por dentro, sino que al golpear en la embestida (y más al momento de venirse), quieren llegarnos hasta el útero. Es dañino. Duele. No es placentero. Irrita. Quema. Si eres de los 'suertudos' con ese tamaño... delicadeza y vaselina por favor! no cuesta nada. 
Además, tiene sus desventajas para un hombre con pene enorme: nunca recibirá sexo oral como se debe, como el diablo manda, ni tampoco hará que su pareja disfrute el sexo anal. Es la triste realidad. 

Y bueno... viene mi talla favorita... entre los 16 y los 19 centimetros de largo... y más o menos dos dedos y medio de grosor (unos 3.5 cm de diametro)... Creo que es la talla perfecta para la mujer promedio (porque las vaginas, aunque todas elasticas, tambien tienen tallas). Es como decir que está hecho a la medida de una dama. Puede causar dolor y placer al mismo tiempo y de una manera balanceada, es fácil de complacer en el sexo oral... y simplemente es agradable en las manos y los pechos. No molesta.

A mi parecer, el sexo es algo exquisito, un perfecto deleite. Hay que saberlo hacer. Y benditos los hombres que están bien dotados y saben cómo manejar su instrumento para que las féminas caigan a sus pies en la cama. Benditos los que nos permiten tomar la iniciativa de vez en cuando, y estar arriba dándoles la espalda. Y benditos los que nos saben lubricar según el tamaño lo requiera.

Claro que la talla no es sólo lo importante. Si los hombres, de cualquier tamaño, no saben diferenciar entre lamer y besar, están jodidos. Si no saben la diferencia entre una posicion delantera de una trasera, están jodidos. Si no saben la diferencia entre un suspiro de dolor y uno de placer, están jodidos. Si no reconocen entre un orgasmo fingido y uno de verdad, ( es fácil chicos, miren si la mujer se corre) están jodidos. Y por su puesto, si no diferencian entre tener sexo y hacer el amor, estamos jodidas.

2 comentarios:

  1. Bueno...
    lo he leído y analizado y puede que tengas razón, pero he disfrutado muchísimo con un chico de 14 mas o menos que con uno de 19 mas o menos.
    Es que el saber hacer es importante, no importa la posicion.

    Y el estar enamorada, supongo, tambien afecta.
    Besos

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  2. ¡Ajá, Alicia!... Así se responde... Y a quienes se pregunten ahora, ¿qué quieren las mujeres?... Ahí sí, más que buen tamaño, señores.

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