Grrr...

domingo, 13 de febrero de 2011

La primera vez me dio asco

Perdí mi virginidad a los quince años con mi novio. Enamorada no estaba, pero pensaba yo que sí.
Estábamos solos en la casa de su tía, que estaba a punto de mudarse, y me había pedido que le ayudara a empacar algunas cosas.
Él no era virgen. Habíamos hablado de eso después de que me tocara los senos un par de veces.
Yo no era una santa, pero lo era un poquito. Porque a mis quince años, ya él era el tercero en tocar mi cuerpo.

No me malentiendan, yo no era ninguna zorra. Estaba siempre segura de quién quería que fuera mi primera vez, pero el hombre nunca llegaba. Hasta que llegó él, aunque no lo quería tanto... quería que fuera él.

Fue horrible. El me obligó a estar arriba, y yo quería estar abajo. Me miraba con morbo y no con amor, y mientras yo trataba de moverme con el dolor que sentía mientras él me partía en dos, él se limitaba a lanzarme besos desde la almohada. La verdad, sentí asco.
Y dolor.

Me jodí, pensaba. Porque no quería que las cosas sucedieran así. Hubiera sido mejor con otro que al menos me dejara en la posición que yo quería. Era mi primera vez después de todo, se supone que debía complacerme.
Mira que después de eso, él fue el mejor de los novios conmigo. Aunque me fue infiel un par de veces. Y yo en cambio, después de eso, lo fui queriendo menos. Pero tuvimos un par de encuentros luego de eso. Aprendí lo que era arañar una espalda y aprendí lo que era el sexo sin amor.

Fué ahí cuando el sexo me empezó a joder la vida. Y el placer me la empezó a alegrar.

2 comentarios: